perseverar: mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado.
Cuando "proyectamos" un cuadro, tenemos claro que queremos conseguir. Participar en un concurso de pintura rápida puede llevarnos al desasosiego cuando tras las 6 horas (que suelen ser las marcadas para terminar el concurso) no alcanzamos el resultado pretendido.
No desaprovecho ningún verano la ocasión de participar en el concurso, motivando a los "jóvenes aprendices" que comparten mi estudio su mejora en la técnica de la acuarela. De esta manera afrontamos el reto de la pintura a plein air.
Este año ha resultado interesante afrontar el reto desde el mismo lugar donde se realizó la fotografía 108 ó 109 años antes. Como era previsible, la obra me pareció que no respondía a mis expectativas; y es aquí donde debe entrar la actitud del artista: mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado.
Nunca debemos dejar abandonado un proyecto iniciado sin intentar alcanzar lo que en principio teníamos previsto con el primer boceto.
Esta es una de las primeras indicaciones a mis jóvenes alumnos: no dejar una obra sin terminar. La práctica y la mejora constante los convertirá en maestros.
Siempre las misma indicaciones:
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